Esta fiesta se celebra el primer fin de semana después de la Virgen de agosto. Las fiestas duran 3 días y se inician la víspera del primero,o sea, el viernes por la tarde, con la “recogida del trigo”.
Se va por las casas, acompañados de la música, recogiendo el trigo que ofrecen los agricultores (hoy en lugar de trigo se da dinero) y después los niños lo entregan en “ofrendas a la Virgen” antes del inicio del BAILE A LA VIRGEN.
Es ésta una original tradición, muy antigua, cuyo origen todavía desconocemos.
El baile a la Virgen lo realizan sólo los hombres nacidos en el lugar; sin embargo, hoy en día, dada la escasa población, se permite que bailen también los hijos de Trévago y sus descendientes varones, aunque no hayan nacido en el pueblo. Y en las casas se vuelve a ver cómo ensayan los nuevos danzantes antes de salir a hacer su primer baile a la Virgen.
Es un baile emotivo en el que los hombres en grupos de tres, hacen un saludo a cada una de las tres imágenes de la Virgen (del Río Manzano, de la Asunción y del Rosario) antes de iniciar los primeros pasos; con los brazos en alto van moviendo los pies en un arrastre hacia delante y atrás, al son de una alegre y repetitiva melodía marcada por gaiteros. Al cabo de unos compases se relevan, trasladándose sobre un solo pie a otra imagen, repitiendo los mismos pasos, y así ante cada una de ellas, momento en el que entran otros danzantes que les sustituyen e inician de nuevo los saludos y los pasos. Como trajes festivos, los danzantes llevan un blusón y las mujeres y niñas sus trajes de piñorras.
A la salida del Baile de la Virgen, los gaiteros nos llevan de visita por los distintos “perolos”, y en la noche empieza la primera verbena.