En el año 915 se cita a Trévago cuando el rey de Navarra, García Sánchez, conquista Ágreda y su comarca a los musulmanes. Pero estos territorios se pierden y no son reconquistados definitivamente hasta 1119, año en que el rey aragonés Alfonso I, el Batallador, repoblará hasta Soria todo el territorio. Por tanto, es entre los años 915-1119 cuando la presencia árabe en Trévago es un hecho. Y nos queda como vestigio la torre de la iglesia o atalaya defensiva, que posteriormente se incorporó a la misma.

Intuimos esa presencia árabe porque de esa época son el castillo de Ágreda, el de Vozmediano, el de Débanos y el de Muro de Ágreda. Época en que los árabes fortalecen esta zona ante el avance de los reyes cristianos, y además construyen las atalayas vigías de Trévago, Montenegro, Matalebreras, Cigudosa, Ólvega, Araviana, Torrambil, etc.

Estas fortalezas pasarán en 1134 al rey de Castilla, Alfonso VII, que las repoblará definitivamente. A partir de esta fecha Trévago comienza a resurgir de nuevo, y su atalaya defendía y vigilaba el paso natural constituido por la parte norte de la Sierra del Madero y la Sierra Mediana, que separan las cuencas de los ríos Duero y Ebro. En la frontera entre Castilla, Navarra y Aragón, dependiendo del obispado de Tarazona y del reino de Castilla, a partir de estas fechas ya encontramos referencias constantes sobre Trévago y pueblos vecinos en los archivos de Ágreda.

 


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